Las causas de los trastornos de personalidad se desconocen. Se cree que factores genéticos y ambientales juegan un papel en su desarrollo.
Los síntomas varían ampliamente dependiendo del tipo de trastorno de la personalidad.
En general, los trastornos de la personalidad involucran sentimientos, pensamientos y comportamientos que no se adaptan a un amplio rango de escenarios.
Estos patrones generalmente comienzan en la adolescencia y pueden llevar a problemas en situaciones laborales y sociales.
Estas afecciones varían de leves a graves.
Los trastornos de personalidad se diagnostican sobre la base de una evaluación psicológica que valora los antecedentes y la gravedad de los síntomas.
Los profesionales en salud mental clasifican estos trastornos en los siguientes tipos:
- Trastorno de la personalidad antisocial
- Trastorno de la personalidad por evitación
- Trastorno límite de la personalidad
- Trastorno de la personalidad dependiente
- Trastorno histriónico de la personalidad
- Trastorno narcisista de la personalidad
- Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
- Trastorno de la personalidad paranoica
- Trastorno esquizoide de la personalidad
- Trastorno de la personalidad esquizotípica
Este primer vídeo comienza con la siguiente frase de Deam
Hamer: “Si la espiritualidad tiene una base genética, significa que tuvo algún
propósito evolutivo”
Desde hace mucho tiempo los genetistas se hacen una
pregunta: ¿es posible que los genes también influyan en nuestra personalidad?
Para encontrar respuesta a esta pregunta, Punset indaga sobre esta cuestión con el genetista Deam
Hamer.
Hamer ha recopilado numerosas evidencias que sugieren que la felicidad, la espiritualidad, la orientación sexula y otras caracteristicas de la personalidad tenían un componente genético
Uno de los
genes que regula la personalidad se llama «gen del receptor D4 de la
dopamina» y controa la dopamina que se libera en el núcleo accumbens del cerebro. El núcleo
accumbens libera dopamina y, si recibe una descarga, es la experiencia más
placentera del mundo. Hay otro gen que tiene que ver con la ansiedad, la
depresión y todos los sentimientos negativos. También sabemos gracias a este
genetista que los que tienen un nivel más reducido de Prozac tienen relaciones
sexuales con mucha más frecuencia. Los genes determinan el 50% de nuestra
orientación sexual.
Concluyendo durante décadas hemos asistido al debate sobre que pesaba más en la balanza de la naturaleza humana, si lo innato o lo adquido. En términos biológicos y dejando de lado algunas excepciones ahora sabemos que somos el producto de un diálogo constante entre la genética y el entorno. Este vídeo se cierra con otra frase de Deam Hamer que dice lo siguiente: "Todo lo que hace el cerebro está influido por los genes que lo codifican"
En este conjunto de videos lo que se nos muestras son
distintos experimentos. Tenemos una idea bastante clara de cómo somos y aunque
nos parezcamos entre si tenemos distintas singularidades mezcladas. El primer
experimento nos muestra si somos extrovertidos, para ello solo nos hace falta
un limón. Los introvertidos fueron capaces de sellar el doble de cajas que los
extrovertidos. Hay un área que reacciona tanto al zumo de limón como a conocer
gente. En los introvertidos esta área es muy sensible por lo que responden al
zumo de limón pero no le gustan las fiestas.
En los extrovertidos esta área no es tan sensible y le ocurre lo
contrario que a los introvertidos. El segundo video nos muestra el caso de una
persona que teniendo un buen entorno tiene un carácter demasiado agresivo y eso
a su mujer le asusta porque tiene temor y no quiere que su hijo en unos años
crea que su padre le grita todo el rato. Lo intentarán solucionar mediante una
terapia donde se repetirán las buenas conductas para que el cerebro se vaya
adaptando, pero no es fácil. En el siguiente video aprendemos como en nuestro
cerebro hay distintas partes que se combinan para formar nuestra identidad y el
“director” de esta peculiar “orquesta” serían los lóbulos frontales. En la
niñez los lóbulos frontales no se han desarrollado por lo que hay bastante
desorden en el cerebro. Los niños se mueven por impulsos y no son pacientes
para tener un mayor beneficio en el futuro. En la pubertad los jóvenes se
vuelven insensibles y antisociales. Las comunicaciones se pueden interrumpir en
el cerebro por el crecimiento. En poco tiempo nuestra personalidad se puede
alterar incluso con solo cambiar el estado de ánimo. La música, las películas e
incluso la lectura nos pueden alterar nuestro ánimo. Podemos influir en nuestra
personalidad día a día como pequeñas cosas.
http://dai.ly/xyxvk4
Este vídeo nos muestra la vida del emperador Nerón. Nació en
el año 37 de nuestra era y se quedó a una temprana edad sin padre. Cuando esto
sucedió intentó buscar cariño en su tío y en su madre, pero lo obtuvo. Su madre
estaba obcecada con ascender al poder; para ello se casó con su propio tío, el
que por aquel entonces, era emperador y se aprovechó de su propio hijo. El
emperador un día murió a causa de comer champiñones envenenados por lo que Nerón
paso a ser emperador y a gobernar junto a su madre. El problema llegó cuando
una mujer entró en su vida, ya que su madre no quería que su hijo estuviera con
ella y esta le robara protagonismo. La madre intentó que fuera el hermanastro
de Nerón el emperador pero esto no pudo ser, ya que el propio Nerón vertió en
la copa de este, una dosis letal de veneno. Un tiempo después, decidió asesinar
a su madre. Desde ahí sigue llevando a cabo distintas barbaridades: después de
casarse con su amante y de expulsar a su antigua mujer, decide decapitar a
esta; marcó a fuego a los gobernadores que no les gustaba; torturó a los
cristianos: los tapaba con pieles de animales y hacía que los perros los
despedazaran miembro a miembro para finalmente convertirlos en antorchas; robó
a los romanos falsificando su dinero; en un ataque de irá, golpeó a su actual
esposa que estaba embarazada de su segundo hijo, hasta matarla a ella y al feto;…
Por lo que hemos visto este emperador tenía recursos para todo y mucho de esto
lo aprendió de su propia madre. Todo esto hace que en la escala salga bastante
mal parado y en ese punto solo se puede comparar con Mussolini.
http://dai.ly/x77hg1
Este cuarto vídeo nos muestra un ejemplo concreto de
trastorno antisocial de la personalidad, el caso de John. Este joven suplantaba
las identidades de las personas y por ello fue encarcelado en una prisión de
baja seguridad. Consiguió huir y cuando estaba en casa de una pareja llamando
por teléfono, vio su foto en la televisión; esto fue suficiente para que
perdiera el control y se quedará en blanco. En aquellos momentos pensó que era
su vida o la de la pareja, por lo que decidió acabar con ellos. Fue devuelto a
prisión y condenado a muerte. Su defensora consiguió cambiar la pena de muerte
por cadena perpetua, ya que apeló que su cliente tenía una herencia genética
que era como una “bomba de relojería”. Por primera vez en la historia de EEUU
se aceptaba que el crimen podía estar relacionado con la carga genética. A este
problema de la herencia genética había que unirle el síndrome alcohólico fetal,
ya que su madre durante el embarazo bebía en ocasiones hasta perder el
conocimiento.
Se ha demostrado que hay relación entre el comportamiento
social y algunas partes del cerebro como el córtex prefrontal. Por lo tanto,
los criminales nacen y se hacen, ya que lo que les ocurre es que están dañadas
algunas partes de su cerebro. En el caso de John, los genes unidos al síndrome
del alcoholismo fetal, desencadenaron una situación terrible. Este tipo de
personas no tienen miedo al castigo ni a las amenazas ni muestran señales de
remordimiento. También les cuesta mucho hacer amigos. Los genes actúan y dejan
de actuar en el curso de la vida, son flexibles y no nos predeterminan.
http://dai.ly/xcpgbk
En este último vídeo de ejemplo podemos aprender sobre el
trastorno límite de la personalidad o también llamado TLP. Afecta a los
jóvenes, mayormente a las mujeres de entre 19 y 32 años. La vida de estas
personas se convierte en una montaña rusa emocional. Los afectados toman
decisiones sin tan siquiera reflexionar, llevan una vida sexual descontrolada y
pueden autolesionarse e incluso llegar al extremo de quererse suicidar. Los
responsables de estas funciones son la llamada prefrontal y los territorios
temporolímpicos. Les resulta casi imposible tomar decisiones pero con un
tratamiento adecuado pueden mejorar. Este tratamiento es a base de fármacos y su estado también mejorará con el
tiempo, la paciencia y la comprensión de su entorno para estabilizar y reforzar
su universo emocional.
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